La sangre me hervía hace unos días y me sigue hirviendo solo de recordar un ejemplo más de la falta de civismo que recorre las calles españolas. Esa falta de civismo que me toca las bolas vaya por donde vaya.
En ese caso se trataba de un garabato que alguno querrá llamar grafitti hecho sobre un monumento en una ciudad andaluza. El monumento era un resto de una muralla almorávide del siglo XII y el gamberrete en cuestión en vez de pintar en su casa decidió garabatearlo con algo que se podría calificar como gruño (o truño, como queráis llamarlo).
Obviando que no hay que pintar en los monumentos, si encima para más inri lo que vas a hacer es un mojón gordo para eso ni gastes spray, mejor invierte en educación que es lo que te falta.
Y no toques las bolas, que después hay que invertir dinero público para arreglar tu estropicio.
P.D.: Para ilustrar este post he puesto en google imágenes "Grafittis sobre monumentos" y eso que veis es el resultado. Hay tocabolas en todos sitios...